Foto del pasaporte
Virada al sepia en sinfonía de marrones.
Tierra de la sangre y tierra del destino,
enjugadas en su rostro
surcado por lagrimones.
Cruzó el mar y para no volver,
borró el camino.
Solo diecinueve años,
y dos trenzas negras le rodean la cabeza.
Heridas de guerra en los oídos y el alma,
con sonidos de bombas que la atraviesan,
convirtiéndose en terror
el presagio de una tormenta.
Venia del campo, el aire y los olivos.
La fábrica, y el trabajo a destajo
la esperaban.
Con una dirección en el bolsillo,
y una luz de esperanza en la mirada.
Hoy que el tiempo ya paso,
descubrió con espanto al abrir un cajón,
un moderno pasaporte,
dónde
ya sin trenzas, con heridas de otra guerra,
pero con el mismo dolor,
vio la foto de su nieta
llorando a todo color.
JOSÉ CORRADO
23 de Marzo de 2002
JOSÉ CORRADO
27 De Octubre de 2002